Así se describe Sass en su documentación:
Sass es una extensión de CSS que añade potencia y elegancia al lenguaje básico.
El objetivo principal de Sass es el de corregir los defectos de CSS. Como todos sabemos, CSS no es el mejor lenguaje del mundo [cita requerida] y aunque es sencillo de aprender, puede convertirse en un auténtico desorden, especialmente en proyectos grandes.
Es aquí donde Sass cobra sentido, ya que actúa como un meta-lenguaje para mejorar la sintaxis de CSS con el fin de proporcionar características extra y herramientas útiles. Entretanto, Sass quiere ser conservador con respecto al lenguaje CSS.
La idea no es convertir CSS en un lenguaje de programación totalmente funcional; Sass solo quiere mejorar aspectos donde CSS falla. Por ello, empezar con Sass no es más difícil que aprender CSS: Sass simplemente agrega un par de características adicionales.
Dicho esto, hay muchas formas de utilizar estas funciones. Algunas buenas, algunas malas y otras, poco comunes. Esta guía tiene como finalidad darte un enfoque coherente y documentado para escribir Sass.